#CasoCurauma / ¿Cuál es el origen del conflicto legal del #CasoCurauma (Cap II)?
Capítulo II (ver Capítulo I)
¿Cuál es el origen del conflicto legal del #CasoCurauma (Cap II)?
El 7 de enero de 2013, el abogado chileno asentado en España, César Millán Nicolet, que más tarde asumiría el rol de síndico en la quiebra de Curauma S.A., viajó al balneario de Punta del Este, Uruguay, acompañado por su amigo Nicholas Davis Lecaros, presidente de Euroamérica Seguros de Vida S.A., sus esposas y algunos amigos más.
Supuestamente, el propósito del viaje era relajarse y disfrutar, pero acabaría conectado con la urdimbre para hacerse de los valiosos terrenos de Curauma S.A. El grupo viajó en un jet privado de la empresa Aerobenic S.A., propiedad de Nicholas Davis Lecaros y su compañía Euroamérica Seguros de Vida S.A., lo que no despertó sospechas en ese momento. Regresaron a Santiago el 11 de enero de 2013 en un vuelo comercial desde Uruguay.
Solo tres meses después, en abril de 2013, comenzaron los problemas.
Curauma S.A. presentó un Convenio Judicial Preventivo para reorganizar sus finanzas. El plan incluía vender parte de sus terrenos y conseguir una inversión de 50 millones de dólares, una cantidad significativa que podría cambiar el panorama.
El Convenio Judicial Preventivo tenía un objetivo claro: recuperar terrenos financiados por Euroamérica Seguros de Vida S.A., los cuales aumentarían de valor cuando el nuevo Plan Regulador del Gran Valparaíso (Premval) se aprobara en octubre de ese año. Estos terrenos, tasados en 500 millones de dólares en 2011, eran clave tanto para la empresa como para la V Región.
El Convenio Judicial Preventivo fue presentado por Curauma S.A. ante los tribunales de Valparaíso, conforme a la jurisdicción correspondiente. El designado para resolver las decisiones cruciales en el caso fue el abogado Diego Munita Claro (quien posteriormente sería nombrado como uno de los doce abogados externos seleccionados para integrar la Corte Suprema durante el período 2021-2023).
La Tesorería General de la República, como principal acreedor, tenía que aprobar el convenio, lo que generó un ambiente tenso en cada reunión. Las negociaciones eran complicadas, los acuerdos parecían inalcanzables, y se hablaba incluso de posibles denuncias contra el juez Munita Claro por favorecer a alguna de las partes.
El 7 de noviembre de 2013 debía realizarse una audiencia crucial donde los acreedores decidirían el futuro de Curauma S.A. Sin embargo, el representante de la Tesorería General, el abogado Víctor Vidal Gana, no se presentó, lo que impidió que se alcanzara el quórum necesario para aprobar el acuerdo. Esto llevó al rechazo del convenio y desató el caos.
Unos meses antes, el 6 de agosto de 2013, se produjo un movimiento inesperado:
Venta simulada
El 7 de enero de 2013, el abogado chileno asentado en España, César Millán Nicolet, que más tarde asumiría el rol de síndico en la quiebra de Curauma S.A., viajó al balneario de Punta del Este, Uruguay, acompañado por su amigo Nicholas Davis Lecaros, presidente de Euroamérica Seguros de Vida S.A., sus esposas y algunos amigos más.
Supuestamente, el propósito del viaje era relajarse y disfrutar, pero acabaría conectado con la urdimbre para hacerse de los valiosos terrenos de Curauma S.A. El grupo viajó en un jet privado de la empresa Aerobenic S.A., propiedad de Nicholas Davis Lecaros y su compañía Euroamérica Seguros de Vida S.A., lo que no despertó sospechas en ese momento. Regresaron a Santiago el 11 de enero de 2013 en un vuelo comercial desde Uruguay.
Solo tres meses después, en abril de 2013, comenzaron los problemas.
Curauma S.A. presentó un Convenio Judicial Preventivo para reorganizar sus finanzas. El plan incluía vender parte de sus terrenos y conseguir una inversión de 50 millones de dólares, una cantidad significativa que podría cambiar el panorama.
El Convenio Judicial Preventivo tenía un objetivo claro: recuperar terrenos financiados por Euroamérica Seguros de Vida S.A., los cuales aumentarían de valor cuando el nuevo Plan Regulador del Gran Valparaíso (Premval) se aprobara en octubre de ese año. Estos terrenos, tasados en 500 millones de dólares en 2011, eran clave tanto para la empresa como para la V Región.
El Convenio Judicial Preventivo fue presentado por Curauma S.A. ante los tribunales de Valparaíso, conforme a la jurisdicción correspondiente. El designado para resolver las decisiones cruciales en el caso fue el abogado Diego Munita Claro (quien posteriormente sería nombrado como uno de los doce abogados externos seleccionados para integrar la Corte Suprema durante el período 2021-2023).
La Tesorería General de la República, como principal acreedor, tenía que aprobar el convenio, lo que generó un ambiente tenso en cada reunión. Las negociaciones eran complicadas, los acuerdos parecían inalcanzables, y se hablaba incluso de posibles denuncias contra el juez Munita Claro por favorecer a alguna de las partes.
El 7 de noviembre de 2013 debía realizarse una audiencia crucial donde los acreedores decidirían el futuro de Curauma S.A. Sin embargo, el representante de la Tesorería General, el abogado Víctor Vidal Gana, no se presentó, lo que impidió que se alcanzara el quórum necesario para aprobar el acuerdo. Esto llevó al rechazo del convenio y desató el caos.
Unos meses antes, el 6 de agosto de 2013, se produjo un movimiento inesperado:
Venta simulada
Es importante señalar que el valor establecido para la venta de los terrenos representaba alrededor del 40% del patrimonio de Euroamérica Seguros de Vida S.A.. Por lo tanto, las acciones legales que Curauma S.A. había anunciado podrían afectar la disponibilidad de estos terrenos, lo que tendría un impacto considerable en la situación financiera de Euroamérica Seguros de Vida S.A.
Lo que nadie sabía en ese momento era que los jugadores más importantes apenas estaban comenzando a mover sus piezas...
Lo que nadie sabía en ese momento era que los jugadores más importantes apenas estaban comenzando a mover sus piezas...